La fibromialgia es una enfermedad de etiología desconocida y se asocia con dolor crónico generalizado, fatiga y excesiva sensibilidad al dolor en diversas zonas del cuerpo y puntos definidos. Otros síntomas asociados a esta enfermedad son dificultad para dormir, rigidez muscular, fuertes dolores de cabeza, entre otros.
Se cree que la enfermedad se debe a una función anormal del sistema nervioso central, donde se origina la amplificación de las señales de dolor.
Los beneficios asociados al consumo de CBD por parte de personas que padecen fibromialgia son:
⦁ Disminución de la reactividad al dolor.
⦁ Activación de vías descendentes del sistema inhibidor.
⦁ Tratamiento para el dolor acuoso.
⦁ Tratamiento del dolor neuropático
⦁ Efectos analgésicos a largo plazo.
El uso del CBD para la fibromialgia normalmente se realiza a través de aceites y lociones corporales, con las ventajas del efecto séquito, que aumenta la condición terapéutica gracias a la sinergia botánica entre otros compuestos presentes en la planta. Otro beneficio de este efecto es que reduce las posibilidades de que el consumidor experimente alguna reacción adversa.
Por ello, la forma más habitual de utilizar el aceite de CBD en estos casos es por vía oral, en gotas o cápsulas, siempre teniendo en cuenta que la dosis dependerá de cada caso, donde la determinará el médico o profesional sanitario en cuestión.
En definitiva, el efecto analgésico de los cannabinoides es uno de los efectos mejor caracterizados para aliviar la rigidez muscular, concluyendo que el CBD medicinal es efectivamente seguro cuando se administra de forma tranquila y gradual.
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